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Informe IPCC 2021: “Código rojo”. Cambio climático y consecuencias irreversibles

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Aumento de la temperatura general del planeta, subida de océanos y climas extremos: el futuro de nuestra especie está en peligro.

En estos últimos días la ONU ha publicado su último informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, también llamado IPCC por sus siglas, resultado del cual destaca la necesidad de producir un cambio ya para evitar la destrucción de los ecosistemas y, en definitiva, del ser humano en sí mismo. En el artículo de hoy conoceremos las conclusiones del informe, en el cual han participado 234 expertos de 60 países distintos, y de qué manera nos afectará en el futuro las consecuencias del cambio climático.

El efecto humano y las consecuencias del cambio climático

El estudio de la ONU deja una cosa muy clara: el cambio climático está provocado por la acción del ser humano, dejando así apartadas algunas suposiciones e ideas negacionistas que circulan por internet, liderados por el ex presidente de los EUA, Donald Trump, quien durante su mandato hizo poco caso a las políticas medioambientales que le requerían los organismos internacionales.

Desde el inicio de la Revolución Industrial en el siglo XVIII la temperatura mundial ha aumentado 1,1ºC y se han emitido 2.400 miles de millones de toneladas de CO2.

La idea clave principal que se puede extraer es que el cambio climático se intensifica a medida que pasa el tiempo y que las políticas actuales alrededor del mundo no son suficientes para frenar una ola que se extiende rápidamente por todo el mundo, pues no hay región del planeta que esté al margen de cambios en su clima y en su ecosistema.

Esto significa que los efectos del cambio climático no esperarán a aparecer en unos años, sino que en la actualidad ya podemos ver ejemplos evidentes de este fenómeno por el mundo, desde sequías más largas de lo habitual, hasta el deshielo de la Antártida.

Sin el efecto humano la variación de la temperatura sería anecdótica, pero las previsiones actuales prevén llegar a los 1,5ºC de más a finales de la década y superar el umbral en 2040.

Aumento de la temperatura global

En 2013 se estableció en 1,5ºC el límite de subida de la temperatura en la Tierra para que nuestra vida en ella siguiese siendo segura. No obstante, en 2015 se rebatió la cuestión en el Acuerdo de París y muchos países en vías de desarrollo se opusieron a una temperatura tan elevada, aunque para evitar este calentamiento es necesario reducir a la mitad la emisión de CO2 a la atmosfera y reducir el agujero en la capa de ozono.

Se pueden consultar diferentes datos gracias al atlas interactivo creado por el IPCC donde se puede hacer una revisión de la cuestión por regiones.

Al ritmo actual que está sucediendo el calentamiento global, sin embargo, el límite de 1,5ºC será superado en 2050 y los efectos serán notorios, como el aumento en número e intensidad de las precipitaciones y las inundaciones asociadas en algunos puntos del planeta, a la vez que se producirán crudas sequías en otros. Para conseguir dejar la cifra en 1,5ºC tendríamos que eliminar el CO2 que hay en la atmosfera con tecnología o gracias a los bosques, con ello se conseguiría mantener esa temperatura y apaciguar los efectos del calentamiento global.

En la actualidad tenemos diversas olas de calor, como la que está cruzando España ahora mismo, aunque las del futuro serán mucho más intensas. Estos aumentos de la temperatura provocarán fuertes tormentas que convertirán situaciones extremas, como las grandes inundaciones que se han vivido recientemente en el centro de Europa y China, serán mucho más habituales.

Finalmente, se destaca que la situación, en el Ártico, es más compleja debido a que el calentamiento se producirá el doble de rápido que en el resto del planeta y causará un deshielo en el permafrost, además de eliminar la nieve estacional y el hierro y provocará el aumento del nivel del mar.

Crecimiento del nivel del mar

Este es uno de los temas más sensibles, pues ya no hay vuelta atrás y el nivel de los océanos será más alto que el actual a finales de siglo irremediablemente. Las peores previsiones auguran una subida de 2 metros del nivel del mar en 2100 y de 5 metros en 2150 bajo los escenarios actuales.

La magnitud de las cifras se entiende mejor cuando se comparan con los datos años atrás. Se empezó a observar el crecimiento en la segunda mitad del siglo XX y en el mejor de los escenarios nos encontramos con una subida de medio metro, aun respetando el Acuerdo de París y las recomendaciones de los expertos a partir de hoy mismo. En el peor de los escenarios, de entre los más probables, está la crecida de alrededor de 1 metro.

Si la Antártida se derritiera el mar subiría 5 metros y ciudades como Nueva York, Londres, Hong Kong, Sídney o Bombay, entre otras, estarían en peligro. Más de 800 millones de personas se verían afectadas. De esta manera se calcula que si en la actualidad sucede un acontecimiento grave de inundaciones cada cien años, en el futuro la probabilidad de sufrir situaciones indeseadas debido a las inundaciones serán mucho más habituales de lo que tenemos hoy.

En España el crecimiento del nivel del mar se traduciría en una afectación del 75% de la población, ya que la mayoría vive cerca de la costa.

Este hecho provocará un mayor número de inundaciones, sobre todo en las zonas costeras del planeta, además del aumento del tamaño de las olas y el aumento de la temperatura y de la acidez del agua, con el efecto destructivo que eso producirá en el ecosistema marino y, en última instancia, de las personas que viven del mar.

El nivel del mar ha aumentado más desde 1900 que en los últimos 3000 años, la temperatura del agua se ha incrementado más rápida en el último siglo que en los anteriores 11000 años (datación del último deshielo) y el pH en el océano abierto de las últimas décadas es más bajo que en los anteriores 2 millones de años.

Futuro sostenible

El secretario general de la ONU, António Guterres, resumió el informe como un “código rojo”, un aviso de la humanidad para la humanidad para acelerar la transición ecológica y cambiar la manera de vivir, principalmente del mundo occidental desarrollado.

Por este motivo, la UE se ha marcado la meta de seguir la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, una serie de objetivos de entre los cuales destaca la reducción de las emisiones de efecto invernadero al 40% y asegurar un 32% de producción de energía renovable, con el objetivo final de cumplir con los objetivos marcados en el Acuerdo de París.

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En cualquier caso, es evidente que el ritmo de vida que llevamos debe dar un vuelco y debemos situar a la naturaleza, juntamente con el ser humano, en el centro de la cuestión. Solo de esta manera podríamos conseguir frenar el cambio climático, aunque como hemos podido ver en el presente artículo, determinados efectos ya los estamos sintiendo y otros son inevitables.

Despierta humanidad.

Fuentes:

  • Retema
  • BBC
  • IPCC
  • La Vanguardia
  • ONU
  • EU
#Cambio climático #Energías renovables