Hoy en día estamos tan acostumbrados a utilizar la electricidad para todo en nuestra vida cotidiana, que no nos planteamos lo imprescindible que es este fenómeno y cómo cambió el curso de la historia de la humanidad.

Normalmente cuando pensamos en electricidad la asociamos rápidamente a la luz, obviando que todos los electrodomésticos, objetos y aparatos que utilizamos a diario funcionan gracias a la electricidad. Incluso si nos paramos a pensar, todos sabemos que representa un peligro potencial ya que si “metemos los dedos en el enchufe” nos podemos electrocutar llegando incluso a la muerte. Normalmente no nos planteamos pues, que gozamos de una electricidad muy eficiente con un sistema de seguridad altamente efectivo.

¿Y qué es la electricidad exactamente?

Para poder explicar la historia de la electricidad primero tenemos que entender qué es esta. Es un conjunto de fenómenos que se producen por el movimiento e interacción entre las cargas eléctricas positivas y negativas de los cuerpos físicos. Es decir, el flujo de partículas cargadas llamadas electrones a través de un medio conductor. En concreto, es una forma energética que sólo podemos apreciar por los efectos que produce.

Existe en todas partes, nuestro cuerpo, en los objetos que tocamos y que nos rodean. 

Es una fuente de energía secundaria

Las energías primarias son las que se obtienen directamente de la naturaleza como, por ejemplo, el petróleo, el gas natural, el carbón, la energía solar, la hidráulica, eólica, etc.

En cambio, las energías secundarias son el resultado de la utilización de las energías primarias y transformación, para poderlas consumir y utilizar: como por ejemplo el petróleo, el carbón, el gasoil y derivados, y también la electricidad.

Historia de la electricidad

Una vez diferenciado esto, vemos que la historia de la electricidad no tiene un inicio en sí, ya que es un fenómeno de la naturaleza, con lo cual, existe desde el origen de los tiempos, por lo tanto, hablaremos de la historia del descubrimiento de la electricidad.

La primera observación de la que tenemos constancia data del año 660 a.C., por el filósofo griego Tales de Mileto. Un día, observó que frotando una varilla de ámbar con lana o piel, se obtenían pequeñas cargas, que atraían pequeños objetos, esto se denomina efecto triboeléctrico, y frotando mucho tiempo podía causar la aparición de una chispa. 

Más adelante los antiguos griegos, observaron que los trozos de las piedras de magnetita se atraían entre sí, igual que eran atraídas por objetos de hierro. De ahí provienen los imanes y el magnetismo.

En siglos posteriores no se prestó demasiada atención al fenómeno. Se hicieron algunas observaciones, pero no fue hasta que William Gilbert entró en escena, bajo órdenes de la reina Elisabeth I, que observó y estudio los imanes utilizados como Brújulas para la navegación. Gracias a este hecho, acuñó como “fuerza eléctrica”, a la atracción producida por el vidrio o el ámbar, sobre otros objetos.

Benjamín Franklin fue un gran político, científico e inventor. Es considerado uno de los padres fundadores de Estados Unidos. En 1752, realizó uno de los experimentos más relevantes para el desarrollo de la ciencia moderna, el experimento de la cometa.

Para llevarlo a cabo, ató una cometa con estructura metálica a un hilo de seda que en su extremo llevaba una llave, también de metal.

Esperó a que hubiera una tormenta eléctrica para hacer volar la cometa. Franklin validó su hipótesis principal, observando que la llave se cargaba de electricidad, lo cual quería decir, que las nubes estaban eléctricamente cargadas y que los rayos eran descargas eléctricas.

Por lo tanto, Benjamín Franklin se convirtió en pionero con su sencillo descubrimiento que fue precursor de posteriores investigaciones y descubrimientos importantes.

Diversos científicos, interesados en esta temática estudiaron más acerca de la electricidad y empezaron a entender como funcionaba.

En 1879 Thomas Edison inventó la primera bombilla eléctrica y desde entonces, nuestro mundo ha estado iluminado. Posteriormente, Nikola Tesla, descubrió la corriente alterna, la cual proporcionaba a las bombillas más durabilidad. 

Gracias a ello, en la actualidad gozamos de avances que nos permiten vivir en nuestra sociedad de una forma muy cómoda.